El paso del pedrisco por la Región de Murcia durante el pasado fin de semana ha dejado un importante daño en una amplia superficie de cultivos dedicados a la fruta de hueso en zonas como Calasparra, Cieza y Jumilla. Se estima que alrededor de 1.500 hectáreas han sido afectadas, con un daño bastante intenso debido al gran tamaño del granizo que cayó.
A pesar de que en algunas plantaciones ya se había recogido el 70% de la cosecha, el restante 30% ha quedado inservible. En el caso de Cieza, la afección llega incluso al 100% en algunas parcelas, según el presidente de COAG, Miguel Ángel Piñera. La agresividad con la que cayó el granizo ha dejado daños visibles en los cultivos, lo que preocupa a los agricultores.
Ante esta situación, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y COAG advierten sobre la necesidad de actuar rápidamente para evitar que los daños causados por el pedrisco tengan consecuencias en la cosecha del año siguiente. Es crucial realizar tratamientos curativos en el arbolado para prevenir enfermedades que puedan surgir a raíz de los golpes recibidos.
A pesar de las considerables pérdidas que se esperan como consecuencia del granizo, también se reconoce el aspecto positivo de estas precipitaciones. El agua de las tormentas supone un alivio para el regadío, ayudando a corregir problemas de salinidad en el suelo en algunas zonas, y también beneficiando al secano, que en áreas como el Noroeste y el Altiplano de la región atraviesan una situación dramática por falta de lluvias.
A lo largo de esta semana se esperan nuevos avisos de tormenta, por lo que los agricultores mantienen la incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir en sus cultivos. La solidaridad y el apoyo entre los diferentes sectores agrícolas se hace cada vez más necesario para hacer frente a los imprevistos causados por fenómenos meteorológicos como el pedrisco.