La Consejería de Fomento e Infraestructuras ha dado un paso significativo en su compromiso social al facilitar que un total de 421 familias se conviertan en propietarias de las viviendas sociales donde han residido durante los últimos diez a veinticinco años. Esta iniciativa, que responde a la necesidad de garantizar el derecho a una vivienda digna para colectivos en situación de vulnerabilidad, ha permitido a pensionistas, personas desempleadas de larga duración y personas con discapacidad adquirir la titularidad de sus hogares.
El consejero Jorge García Montoro llevó a cabo el balance de esta exitosa acción tras la firma de las últimas 18 escrituras de cesión, evento que tuvo lugar la semana pasada en varios municipios como Blanca, Cartagena, Calasparra, Caravaca de la Cruz, Cehegín, Ceutí, Fortuna, Mazarrón, Santomera y Torre Pacheco. “Al adquirir la propiedad garantizamos la permanencia de la familia en la vivienda, que pasa a ser titular de pleno derecho de su hogar y cesa en el pago de una renta”, afirmó García Montoro, subrayando cómo esta medida busca brindar tranquilidad a las familias beneficiarias.
El consejero también destacó el impacto económico positivo que esta decisión implica al eliminar la carga del alquiler social, permitiendo que las familias vivan de una forma más desahogada. “El propósito de esta cesión es que las familias sientan la seguridad de que no van a perder su hogar”, aseveró.
El programa establece ciertos requisitos para acceder a esta medida. Para convertirse en beneficiario, es necesario estar al corriente de los pagos del alquiler social y haber residido en la vivienda durante al menos 25 años. Sin embargo, en el caso de víctimas de violencia doméstica o de terrorismo, así como para parados de larga duración mayores de 50 años, y familias numerosas o monoparentales con algún miembro con discapacidad, el tiempo de permanencia requerido se reduce a diez años.
La cesión de estas viviendas representa un importante reconocimiento al esfuerzo y dedicación de las familias que, a lo largo de los años, han trabajado para construir un hogar y mejorar su calidad de vida. Este programa no solo proporciona estabilidad habitacional, sino que también refuerza el tejido social al promover la integración y apoyo a quienes más lo necesitan.