El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, acompañado por el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, visitó este jueves las obras de rehabilitación de la Cámara Agraria, futuro emplazamiento del Ejecutivo autonómico en la ciudad. La restauración concluirá antes de que finalice 2025 y el inmueble abrirá sus puertas a principios de 2026, convirtiéndose en sede administrativa y en el Museo de las Cámaras Agrarias.
López Miras destacó que los trabajos están “muy avanzados” y subrayó que la intervención “ha respetado los elementos originales de un edificio modernista que tiene un valor histórico para toda la ciudad”. El presidente señaló además que la apertura de esta sede supondrá “una mayor cercanía y conexión de Lorca con la Administración regional”.
Un edificio con valor histórico y funcional
El proyecto contempla tres plantas: la baja, con una exposición permanente sobre las Cámaras Agrarias; la primera, destinada a despachos y zona administrativa; y la segunda, como sala diáfana para exposiciones, conferencias o proyecciones.
El inmueble conservará elementos originales de gran valor arquitectónico, como columnas de hierro fundido, vigas de madera del techo y molduras modernistas, todas ellas sometidas a un proceso de recuperación para devolverles su aspecto original. También se restaurará la escalera con su balaustrada de hierro fundido, considerada otra de las joyas del edificio.
Avance de las obras
Las obras se encuentran en su recta final, con un 95 % de ejecución en albañilería y capítulos como climatización, fontanería, saneamiento y seguridad ya concluidos. Esta semana se han iniciado los revestimientos de madera, una de las fases más delicadas del proceso, a la que seguirá la instalación de carpinterías, iluminación y musealización.
El inmueble dispondrá además de un ascensor con capacidad para seis personas, lo que mejorará su accesibilidad.
Revitalización del centro de Lorca
La recuperación del edificio no solo permitirá habilitar una nueva sede institucional, sino que, según la Comunidad, contribuirá a dinamizar la actividad comercial, social y turística en el centro de Lorca, al recuperar un espacio emblemático que había quedado en desuso.