En el marco del 1200 aniversario de la fundación de la ciudad de Murcia, la vicealcaldesa y concejal de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, ha acompañado esta mañana a los historiadores Pablo Alonso Bermejo y Dolores Gallardo Amat en la presentación de su nuevo libro, Última estación Hendaya (In memoriam Fulcanelli), una obra que invita a descubrir los secretos alquímicos y simbólicos que laten en el corazón de la Catedral de Murcia.
Con motivo del centenario de la publicación de El Misterio de las Catedrales (1926), obra fundamental del hermetismo del siglo XX escrita bajo el seudónimo de Fulcanelli, los autores establecen un vínculo inédito entre la Cruz de Hendaya, objeto de antiguas especulaciones sobre el fin del mundo, y el edificio del Coro de la Catedral de Murcia, cuya riqueza simbólica encierra —según sostienen— un mensaje sobre la segunda venida de Cristo.
El estudio revela que en el Coro murciano abundan referencias herméticas, como la salamandra, criatura mítica asociada al fuego purificador. Fulcanelli señaló que los alquimistas del siglo XIV se reunían en la Catedral de Notre-Dame de París ante la “puerta roja adornada con salamandras”; una imagen que, sorprendentemente, se repite en Murcia, donde el símbolo aparece en una ménsula de la Capilla de Santa Bárbara, grabado en una campana de la torre y también en la fachada del edificio de la Plaza del Cardenal Belluga nº 5.
La investigación apunta a que esta presencia simbólica podría remontarse al incendio de la Catedral en 1854, que destruyó buena parte del templo desde el altar mayor hasta el órgano. La posterior reconstrucción, marcada por un romanticismo tardío y un medievalismo simbólico, habría incorporado elementos inspirados en la tradición alquímica y hermética europea.
La conexión entre el Coro catedralicio y la casa de Belluga nº 5 conduce a la figura de Gerónimo Torres (1822–1879), deán de la Catedral de Murcia y destacado político liberal. Su sobrina, Dolores Torres García-Otazo, mandó grabar sus iniciales en la fachada del inmueble y, tras la publicación de Las Moradas Filosofales de Fulcanelli en 1929, pudo inspirarse en su mensaje para transformar su vivienda —con la ayuda del arquitecto Joaquín Dicenta— en una auténtica “mansión filosofal”.
De este modo, Última estación Hendaya (In memoriam Fulcanelli) recorre el edificio del Coro de la Catedral desde una perspectiva simbólica y esotérica, revelando un diálogo entre arte, historia y alquimia. Los autores destacan que esta obra no solo rinde homenaje al misterioso Fulcanelli, sino que también celebra el vínculo espiritual y artístico entre Murcia y el legado hermético europeo, en un año especialmente significativo para la capital del Segura.
Sobre los autores
Pablo Alonso Bermejo (Sevilla, 1961) es licenciado en Historia Medieval por la Universidad de Málaga y miembro de la Academia Andaluza de la Historia. Especialista en simbología, es autor de obras como Viaje Nocturno a Caravaca (1999), Oseira, donde se posa el Fénix (2001), Las estrellas de Eunate (2009), La Ventana de la Aparición (2011) o Quintaesencia de Vélez (2021), y ha impartido conferencias en Ourense, Navarra y Murcia.
Dolores Gallardo Amat (Murcia, 1954) es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Murcia. Ambos residen en Sevilla y Última estación Hendaya constituye su segunda obra conjunta.



