Artículo de Opinión de Daniel Robles Brugarola
He pasado muchos años esperando esta reunión celebrada ayer en el Palacio de San Esteban entre la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras. Una reunión en la que dejaron atrás años de discusiones y diferencias, cuyo objetivo es la unión de fuerzas para abordar con determinación la crisis ambiental que asola al Mar Menor. Este encuentro, marca un hito significativo en la lucha por preservar uno de los tesoros naturales más emblemáticos de España.
El Mar Menor es mucho más que un cuerpo de agua. Es un ecosistema rico y diverso que alberga una valiosa biodiversidad marina y costera, proporcionando sustento e identidad a los pueblos ribereños, siendo un destino turístico de renombre internacional. Sin embargo, en los últimos años, ha sido víctima de una grave crisis ambiental que ha puesto en peligro su supervivencia.
La eutrofización, un fenómeno provocado por el exceso de nutrientes en el agua, ha transformado las cristalinas aguas del Mar Menor en una masa verde y turbia, afectando no solo su belleza escénica, sino también su salud y sostenibilidad. Este proceso, ha sido generado por la contaminación del acuífero que vierte sus aguas subterráneas en el Mar Menor, llevando incluso a episodios de anoxia, donde la falta de oxígeno ha matado a miles de peces.
Durante años, hemos sido testigos de un lamentable juego de culpas entre el Gobierno Nacional y el Regional, sin que se adoptaran medidas efectivas para abordar la crisis del Mar Menor. Sin embargo, parece que finalmente se vislumbra un rayo de esperanza en el horizonte.
La solución al problema del Mar Menor requiere una acción coordinada y decidida en varios frentes. En primer lugar, es crucial abordar la fuente del problema: el acuífero contaminado que vierte sus aguas al Mar Menor. Esto implica regular estrictamente el uso de nitratos en toda la cuenca del acuífero, como segunda acción, no menos importante, se debe establecer sistemas de captación y tratamiento de las aguas subterráneas contaminadas antes de que lleguen al mar.
En noviembre del año pasado, el Ministerio de Transición Ecológica propuso un conjunto de acciones concretas para la recuperación del Mar Menor. Uno de los pilares de este plan es la creación de una red de filtros verdes que tienen previsto captar y filtrar el agua del acuífero contaminado, creando humedales que actúan como filtros naturales. Esta medida no solo ayudaría a reducir la carga de nutrientes en el agua, sino que también restauraría hábitats naturales clave para la biodiversidad.
Sin embargo, la recuperación del Mar Menor va más allá de medidas técnicas. Requiere un compromiso real de todas las partes interesadas, desde científicos y ecologistas hasta agricultores y autoridades locales. Es por eso que la propuesta de abrir un proceso de participación inclusivo, como lo sugiere el presidente López Miras, es fundamental para garantizar que todas las voces sean escuchadas y que las soluciones propuestas sean sólidamente respaldadas por la comunidad.
Es alentador ver que tanto López Miras como Teresa Ribera comparten la misma visión de protección y recuperación del Mar Menor. Bajo el lema “Ni un paso atrás”, ambos líderes se han comprometido a tomar medidas concretas y efectivas para abordar esta crisis ambiental. Este consenso al que esperamos que se sumen todos los partidos y agentes sociales es un paso en la dirección correcta y nos llena de esperanza para el futuro del Mar Menor y de todos los que dependen de él.
A pesar de los desafíos que enfrentamos, nunca es tarde para actuar en defensa del medio ambiente. El Mar Menor, con su belleza y biodiversidad, merece nuestro compromiso y nuestra atención. Es hora de unir fuerzas y trabajar juntos para garantizar un futuro sostenible para esta joya natural que tanto amamos.
En este contexto, celebro el consenso alcanzado entre ambas administraciones y su clara determinación de tomar medidas concretas para proteger el Mar Menor. Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena. Es hora de actuar con determinación y responsabilidad para garantizar un futuro sostenible para este invaluable tesoro natural.
Daniel Robles Brugarolas es Presidente de la Asociación de Empresas de Medio Ambiente de la Región de Murcia (AEMA), Ingeniero de Minas y empresario. Experto en Economía Circular, Medio Ambiente y Sostenibilidad, habiendo recibido varios reconocimientos en España y América Latina por su labor en el cuidado al Medio Ambiente y la Sostenibilidad.