El Jardín de Floridablanca, en el barrio de El Carmen, ha sido el escenario de la segunda jornada del taller gratuito de avistamiento de aves, una actividad familiar organizada por la Concejalía de Gobierno Abierto, Promoción Económica y Empleo del Ayuntamiento de Murcia, bajo la dirección de Mercedes Bernabé.
Más de 60 personas se han sumado a esta sesión matinal guiada por especialistas de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), en la que han podido descubrir la biodiversidad que habita en el corazón de la ciudad.
Naturaleza urbana al alcance de todos
La actividad forma parte del proyecto europeo LIFE GreenMe5, cofinanciado por el programa LIFE de la Comisión Europea, que busca mejorar la calidad ambiental de los entornos urbanos actuando sobre cinco ejes clave: aire, agua, ruido, residuos y espacios verdes.
“Con iniciativas como esta queremos acercar la naturaleza a nuestros barrios, implicar a la ciudadanía en la conservación de la biodiversidad y fomentar la conciencia ambiental desde edades tempranas”, ha señalado la concejala Mercedes Bernabé.
Además, el Ayuntamiento de Murcia ha puesto en marcha un estudio para evaluar la diversidad de aves como indicador de calidad ambiental en barrios y pedanías de la zona de Conexión Sur, con el objetivo de construir una ciudad más saludable, verde y sostenible.
Una ciudad que escucha a sus aves
Este ha sido el segundo taller del ciclo, tras la primera sesión celebrada en octubre en el barrio de El Infante, y que también tuvo una gran acogida. El programa continuará hasta 2026 con nuevas actividades en Barriomar, Santiago el Mayor, San Pío X, El Progreso, Los Dolores y Patiño.
Los datos recopilados se incorporarán al Green City Accord, un acuerdo europeo al que Murcia se sumó en 2021 para hacer seguimiento de sus indicadores medioambientales en línea con la Estrategia Murcia 2030.
Según los estudios realizados por ANSE, ya se han contabilizado 25 especies distintas y 459 ejemplares. El entorno de Barriomar destaca como el área con mayor riqueza, con presencia de todas las especies detectadas y más de 330 aves avistadas. Entre las más comunes figuran la paloma torcaz, la curruca capirotada, la cotorra argentina y el estornino negro.
“Seguiremos apostando por la educación ambiental y la participación ciudadana como claves para proteger nuestro entorno natural”, ha concluido Bernabé.