El Gobierno regional ha iniciado el expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del entorno de la Torre del Moro, una emblemática torre defensiva situada en las proximidades de las diputaciones de Perín y Cuesta Blanca.
Esta torre, de perfil trapezoidal y muro de mampostería burda, se suma así a la lista de construcciones fortificadas del litoral que cuentan con esta consideración, como son la Torre Rubia y la Torre del Negro. A lo largo de los siglos, estas torres han desempeñado un papel crucial en la protección y defensa del territorio frente a posibles ataques.
Construida en el siglo XV, la Torre del Moro ha sido testigo de momentos clave de la historia de la región, siendo utilizada como punto de control territorial en épocas de crisis y conflictos. A lo largo de los años, ha perdido parte de su estructura original, pero sigue siendo un símbolo de la arquitectura defensiva de la zona.
La delimitación del entorno de protección de la Torre del Moro ha sido cuidadosamente estudiada por la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, con el objetivo de salvaguardar las líneas visuales desde y hacia la torre. Además, se ha tenido en cuenta la importancia paisajística y patrimonial de este monumento, que es una seña de identidad de la zona.
El entorno BIC de la Torre del Moro se ha establecido para proteger no solo la propia torre, sino también los puntos de perspectiva visual que la rodean. De esta manera, se garantiza la conservación de un espacio único que forma parte de la historia y la identidad cultural de la región.