Investigadores de la Universidad de Murcia, el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria y el Hospital Morales-Meseguer han logrado un avance revolucionario en el tratamiento de la leucemia inflamatoria. El equipo liderado por el investigador Pablo Pelegrín Vivancos y la doctora Francisca Ferrer Marín ha conseguido retrasar el trasplante de médula de un paciente con un tipo particular de leucemia que presentaba múltiples cuadros inflamatorios debido a una mutación genética.
El paciente, que ya había sido desahuciado para cuidados paliativos debido a complicaciones cardíacas y pulmonares, necesitaba un tratamiento que frenara la enfermedad y mejorara su estado de salud. Los estudios experimentales realizados en el laboratorio del doctor Pelegrín revelaron que, como consecuencia de la leucemia, una vía inflamatoria llamada interleucina-1 estaba muy activada. Esta vía, que normalmente solo se activa ante ciertos estímulos, tiene un papel importante en la respuesta a infecciones, así como en enfermedades crónicas inflamatorias, metabólicas y degenerativas.
Gracias a este descubrimiento, se pudo aplicar un tratamiento específico que bloqueó la inflamación y permitió mantener al paciente con vida durante varios meses, hasta que finalmente pudo realizar el trasplante de médula. Aunque el paciente ya tenía un donante compatible, las restricciones impuestas por la segunda ola de la pandemia de Covid-19 dificultaban su ingreso a quirófano. Sin embargo, el tratamiento experimental logró mantenerlo estable y brindarle una oportunidad de cura.
Para recoger más datos y realizar más estudios sobre esta particular forma de leucemia, el equipo de investigación recogió casos de pacientes con la misma enfermedad y mutación en diferentes partes del país. Contando con el apoyo de instituciones como el Instituto para la Investigación de la Leucemia Josep Carreras, el Instituto Catalán de Oncología y la Universidad de Salamanca, se recopilaron datos clínicos y muestras de 20 pacientes vivos y sin tratamiento.
Los resultados obtenidos en estos pacientes confirmaron los hallazgos realizados en el paciente murciano, lo que demuestra la efectividad del tratamiento en casos similares. Actualmente, el paciente murciano ha sobrevivido al trasplante durante dos años y medio y se encuentra libre de la enfermedad.
Este descubrimiento es un gran avance en el tratamiento de la leucemia inflamatoria y ofrece una nueva esperanza para los pacientes que padecen esta enfermedad. Los investigadores destacan la importancia de la investigación básica en el desarrollo de tratamientos efectivos y resaltan la colaboración entre diferentes instituciones y hospitales en la lucha contra el cáncer.